DIRECTORIO

Criadores Mexicanos Servicios profesionales Comercio e industria Camadas disponibles

inConviviendo con un perro sordo

M.V.Z. Bertha Molnar
ver curriculum

Como cualquier ser vivo, nuestro perro puede tener limitaciones de diferentes tipos: físicas, cognitivas, sensoriales, etc. Algunas pueden ser congénitas, hereditarias o bien ir desarrollándose con el tiempo a causa de una enfermedad, traumatismo, dosificación de ciertos medicamentos, deterioro o envejecimiento.

Se menciona que se tienen clasificadas aproximadamente 80 razas que tienen posibilidad de presentar problemas de audición. Además, existe la posibilidad de que los perros de pelaje blanco y ojos de color azul, por cuestiones genéticas sean sordos de nacimiento. Esto es originado por una deficiencia de melanocitos (células que dan la pigmentación a la piel), y que a su vez ocasiona que el oído interno no se desarrolle normalmente.

Si usted tiene alguna duda sobre si su perro oye bien, es conveniente que sea valorado por su médico veterinario, ya que puede tratarse de una sordera de un solo oído o de ambos, puede ser total o parcial, también puede ser que se presente sordera total en un oído y parcial en el otro. Esta valoración puede realizarse desde las 5 ó 6 semanas de edad.

En caso de que sí tenga algún problema, es conveniente que si se adquirió el perro en un criadero, se le informe al dueño de éste para que tome las medidas convenientes en cuanto a sus ejemplares reproductores. Y apoyado en el consejo de su veterinario, usted deberá decidir si es conveniente esterilizar a su perro con la idea de que no se continúe esta característica en posibles camadas.

Pensemos también en un perro que aún cuando su sordera no es transmisible a sus crías sí es cierto que puede darle alguna sorpresa cuando ya es un perro adulto y se encuentra, estando suelto, con una hembra en celo. En este caso el perro realmente puede desobedecer cualquier seña que se le envíe. Piense que la opción de esterilizar tanto machos como hembras pueden permitir mayor control sobre ellos y protegerlos de algún peligro como consecuencia de responder a algo que le resulta totalmente instintivo.

Y refiriéndonos al entrenamiento, lo primero que le pediría es que no los descalifiquemos de manera automática, pensemos mejor en qué podemos hacer para mejorar su forma de relacionarse con todo aquello que va a rodearlo. Se podría pensar que un perro sordo tendrá una mala calidad de vida, o que convivir con él será muy difícil ya que será un perro que no se pueda entrenar o por lo menos controlar, que pueda volverse agresivo. También se puede pensar que no le será posible socializar con otros perros ya que no puede oír las vocalizaciones que éstos realicen. O quizá se puede alegar que será más probable que cause un problema si se encuentra libre y el dueño no le puede hacer volver a él. Sin embargo, todo esto no es necesariamente cierto.

Todos los perros deberían identificar las manos de sus amos como proveedoras de alimento, caricias y acciones positivas, pero para un perro sordo éstas cobrarán aún mayor importancia: que el perro nunca le tema a que sus manos se muevan cerca de él, a que se agiten o marquen un ejercicio; de esa forma tendrá un magnifico canal de comunicación entre ustedes. Le aconsejo que desde el inicio de la convivencia con él, le demos mucha importancia al lenguaje corporal. Los movimientos siempre serán claros, al principio más amplios, más marcados, para que poco a poco puedan volverse más sutiles. También piense en que deben ser señales sencillas para que no se confunda.

También ahora habrá que apoyarse en las expresiones faciales con las cuales se comunicará con su perro. Si bien no podemos utilizar la voz y con ella los tonos que se le pueden infringir, sí podemos asociar el lenguaje corporal, las expresiones faciales y las señales que se hagan con las manos.

Si el perro convive con varias personas, es importante que se unifique el lenguaje corporal, de manera que sean los mismos mensajes con las mismas señas los que reciba por parte de todos.

Dentro de las señales que deben manejarse con su perro deben quedar perfectamente claras las que corresponden a la aprobación y a la corrección de algo que el perro haga. Por ejemplo, agitar la mano en forma de negación frente a la cara del perro para marcarle cuando se ha equivocado y presentarle la mano cerrada, con el pulgar hacia arriba puede ser la manera de felicitarlo, reforzarle algo bueno. Recuerde que debemos intensificar el mensaje con las expresiones faciales correspondientes: Una expresión adusta, seria, cuando se le está corrigiendo y una expresión risueña, amigable, de complacencia cuando desea reforzarle o premiarle algo bien hecho.

La posición de cuclillas con los brazos extendidos hacia el cachorro y reforzado eso con una amplia sonrisa ¿Cómo lo interpretaría cualquiera? ¡claro! Es una franca invitación para que se acerque.

Los brazos cruzados a la altura del pecho, la mirada vuelta hacia otro lado y evitando hacer contacto con el perro, sin sonreír. Por supuesto que debe darse por enterado de que se le está evitando.

Un elemento más, como en cualquier perro al cual se desea atraer su atención, será comida o tal vez su juguete favorito, logrando así que nos busque, que centre su interés en nosotros. Tratándose del juguete podemos introducir este apoyo primero jugando con el perro, sin el juguete y cuando ya está inmerso en la actividad se añade el juguete, logrando con esto que aumente su atención. Aprovecho para recordarle que jugar con su ejemplar es altamente placentero para éste.

Estando el perro muy interesado en el juego, oculte el juguete, por ejemplo en una bolsa de su camisa, dejando que se vea una pequeña parte del juguete para el siga interesado, trabaje de esta forma el tiempo necesario para que su ejemplar se acostumbre a estar esperando que el juguete reaparezca cada vez que salen juntos. Al paso del tiempo podrá eliminarse esta forma para llamar su atención, aunque recuerde que su perro es un ser vivo y quizá, de repente, tenga que retomar alguno de los elementos que le ayudaron a crear un hábito deseado.

A muchos perros les llama la atención seguir una luz, puede utilizar una linterna o lamparita que dé un punto de luz, trabaje para que su perro se acostumbre a responder a ese llamado “luminoso”. Inicie en un espacio cerrado para que pueda controlar más fácilmente a dónde desea dirigir la señal y vea las reacciones de su perro, haga que al seguir el punto luminoso al final sea éste quien lo lleva hacia usted.

A cualquier perro, cuando se le está entrenando se le debe marcar en un momento dado, que se ha equivocado, a un perro que nos puede escuchar podemos mandarle comandos con un tono de voz que refuerce que se trata de detener esa acción en particular. A su perro puede corregirlo ayudado de un atomizador con agua. Aplicar un ligero chisguete de agua atrás del oído cuando él se ha equivocado puede hacer que corrija. Hágalo de manera discreta para que él no sepa que es usted quien lo ha hecho.

Los propietarios de un perro con deficiencias auditivas dan por sentado que nunca van a poder dejar a su perro que juegue libremente en un espacio abierto. Obviamente cualquiera puede tener un día el problema de que su ejemplar, sordo o no, pueda salirse del área de control, se atraviese una calle, persiga a otro perro, etc. Pero el miedo, muy aceptable por cierto, del propietario de un ejemplar que no puede escuchar es ¿cómo voy a detener su carrera si yo estoy detrás de él y no puede escucharme? Aquí podemos ayudarnos de los collares que emiten vibración, por supuesto que se debe trabajar previamente para que el perro se habitúe a que esa sensación en el cuello le significa que debe ir hacia usted.

Para lograr esto, se pone el collar al perro, utilice de nuevo un espacio cerrado para poder controlar sus reacciones, aplique la vibración con el control remoto y observe cómo reacciona, si no hay miedo sólo quizá un poco de desconcierto, apoye de inmediato con el llamado que hace usted habitualmente con seña. Cuando el perro acuda, prémielo efusivamente. Repita el ejercicio y vaya eliminando las señas corporales pero siga ofreciendo el premio. En poco tiempo su perro relacionará que sentir ese cosquilleo en el cuello significa detener lo que está haciendo e ir hacia usted para recibir algo que le gratifique.

Pasemos ahora a la idea de poder entrenar en comandos de obediencia a nuestro perro sordo, pero ¿es esto posible? ¡Por supuesto! Pero debemos tener presentes algunas observaciones: la primera y más importante: su perro debe disfrutar lo que va a hacer a su lado. Si se le dificulta al perro captar una orden o usted está cansado o se siente frustrado por que las cosas no están saliendo como lo desea, suspenda el trabajo ese día. No vale la pena que tire por la borda toda esa relación de cordialidad que debe existir entre ustedes por un momento de ofuscamiento.

Trabaje con algo que motive al perro bastante, pueden ser trocitos de comida muy pequeños y que se le ofrecerán al perro cuando no haya comido para que su interés sea mayor aún. Recuerde usar una expresión facial de aceptación, de alegría. Con el trozo de alimento semioculto en la mano utilizando el pulgar, dirija al perro a la posición que quiere enseñarle (sentado, echado, parado, etc.) marque bien el lenguaje corporal para que él pueda irlo asociando a lo que usted quiere que haga. Cuando el perro se haya colocado correctamente, dé el premio y refuerce con la seña que le indica aceptación (habíamos puesto el ejemplo de la mano cerrada con el pulgar hacia arriba).

Estos ejercicios se deben repetir las veces necesarias para que el perro los integre y trabaje correctamente, poco a poco irán desapareciendo los premios con comida para dar paso a que el perro trabaje por una caricia o por una seña de aprobación.

Aún cuando su perro ya trabaje correctamente sin ofrecerle un premio, ya sea comida, juguete o caricia, de repente, de manera aleatoria, es conveniente darle alguna de estas recompensas, se trata de refuerzos intermitentes. Su perro no sabe cuando lo va a recibir pero cuando llega, es un aliciente para que él no pierda el interés por seguir haciéndolo correctamente. Piense por un momento, aunque ya se realice un trabajo bien hecho de manera rutinaria, a todos nos gusta que de repente alguien reconozca nuestro esfuerzo. Bueno, pues lo mismo sucede con su ejemplar.

quieto
sentado
echado

Si bien esto va dirigido a un perro que nació con esta característica recuerde que su perro puede perder la capacidad auditiva por otras razones en el transcurso de su vida (enfermedad, traumatismo, envejecimiento, etc.), así que es conveniente que desde que se inicia la relación con su ejemplar se acostumbre a transmitirle ordenes, a comunicarse con él con algunas señas, utilizar expresiones faciales, ser claro en su lenguaje corporal. Si nunca se llegara a presentar una deficiencia auditiva de todas formas su manejo se habrá establecido a través de varias vías y si, desgraciadamente, tuviera que enfrentar esta limitación, pues ya tiene otras formas aprendidas para recibir información.

Para concluir, déjeme decirle que, afortunadamente, conozco personas que tienen perros con esta característica y se han hecho responsables de una manera maravillosa de sus ejemplares, ninguno pensó en deshacerse de ellos o peor aún, ponerlos a dormir. Reconocen que les ha sido difícil por momentos, que llegaron a sentirse confundidos en algunas situaciones pero supieron adaptar lo necesario para que las cosas se dieran de la mejor manera. Indudablemente hay amor, mucho amor en esa relación y no olvidemos que el amor hace milagros.

 

 

Regrsar al menú

« Volver a la página anterior.

Muy interesante

Criadores mexicanos
Servicios profesionales
Comercio e industria
Arte

Secciones

A primera vista
Razas y criadores
Exposiciones y eventos
Salud y cuidados
Cría y reproducción
Reportajes especiales
Razas Mexicanas
Perros de mexico para niños

Perros de México

Tel: +52 (55) 5603 7901
Tel-fax: +52 (55) 5603 4003
e-mail: pcmv@perrosdemexico.com.mx.

Síguenos en:

Facebooktwitter