Nuestros perros presentan una característica muy particular: siempre les gusta jugar. Cuando son cachorros es la manera en que descubren y se relacionan con el entorno; aprenden a buscar cosas para comer en el piso; juegan a pelear y esto les sirve de adiestramiento para cuando en realidad tuvieran que enfrentar una agresión; juegan con otros perros como una manera de relacionarse con ellos, para integrarse a un grupo, etc. Así pues, la característica del gusto por el juego es permanente en él aún cuando sea un animal adulto. El hombre ha aprendido a utilizar esto para enseñarle “jugando” muchas actividades: obediencia, rastreo, detección de drogas; guardia y protección; asistir a personas con alguna discapacidad, etc.

Además del gusto por el juego mismo, no es menos importante la relación de afecto que se establece entre nosotros y nuestra mascota, la asociación que él hace de lo agradable que resulta realizar esas actividades a nuestro lado. Sin embargo también es muy conveniente enseñar a nuestro perro que habrá momentos en que no estaremos con él y podrá jugar solo.

Aquí les enuncio algunas recomendaciones:

*Los juguetes deben ser seguros. Revisen el material del que están fabricados y chequen continuamente el buen estado del juguete. Cuando ya esté roto o comiencen a desprenderse pedazos, será momento de cambiarlo.

*No le proporcionen una gran cantidad de juguetes. Aun cuando tengan una gran variedad, denle solo un par de ellos y cuando ya no juegue con esos, guárdenlos y saquen otros dos.

*Observen las características de su perro (por comportamiento, por raza, etc.) para saber que tipo de juguete le conviene más. Si es un perro que disfruta mordiendo el juguete o prefiere cobrarlo, si le divierten los juguetes que hacen ruido, etc.

Para los momentos en que debe permanecer solo existen varios tipos de juguetes, llamémosles “inteligentes” que le pueden interesar bastante. Juguetes que son de un material muy resistente, de buena calidad y que tienen formas variadas pero además tienen orificios donde podremos poner pedacitos de galleta, salchichas, comida congelada, etc. para que él tenga que trabajar para obtener lo que tiene dentro el juguete. 

En los juguetes donde podemos colocar alimento, podemos optar por pedacitos de galleta, crema de cacahuate, yogurt congelado, incluso sus mismas croquetas remojadas y congelando el juguete para que le cueste más trabajo sacarlas. Es importante que restemos de su comida diaria lo que metemos en los juguetes para no provocar sobrepeso en nuestras mascotas.

Ian Dunbar un reconocido entrenador gusta de darles lo que seria su ración diaria en varios “Kong” (juguete con tres pelotas unidas en forma de pirámide y con un hueco en medio; de esa manera aprende a obtener su alimento “trabajando” para sacarlo.

A continuación les muestro algunos juguetes que pueden resultarle interesantes a sus perros:

Es importante que tengamos presente el tamaño del perro para adquirir el juguete adecuado, es obvio que un juguete muy grande para un perro pequeño resultará difícil de usar y un juguete pequeño para un perro grande, o lo destruirá rápidamente o puede comer partes o el juguete completo.

También tomemos en cuenta cómo le gusta jugar; si le gusta el ruido que hacen algunos juguetes, si prefiere morder, si se entretiene rodándolo y persiguiéndolo, etc. ya que estos factores serán los que definan cual juguete le servirá más.

Algunos de estos juguetes tienen un costo elevado y esto puede ser un inconveniente pero a continuación les doy algunas sugerencias que pueden servir para nuestro amigo: Utilizando botellas desechables de refresco, le quitaremos la etiqueta y el arillo, haremos agujeros con un picahielo caliente de manera que por ahí puedan salir los pedacitos de galleta, hígado seco,  croquetas, etc. Recordemos que debemos revisar y retirar las botellas cuando ya estén rotas. Esas mismas botellas aplastadas y sin etiqueta, arillo ni tapa les gusta mucho rodarlas por el piso.

En pedazos de tubo de PVC (la medida dependerá del tamaño del perro), podremos colocar comida congelada. Siempre hay que estar pendientes de que no los destruyan y puedan ingerir partes.

Con un pedazo nuevo de jerga podemos fabricar una trenza con varios nudos. También podemos encontrar cuerdas de diferentes gruesos que pueden servirnos para hacer un buen juguete.

Hay unas pelotas que no son muy caras y traen dos orificios y un cascabel adentro, estas también les gustan a algunos perros, puede jugar con ella si le atrae el sonido del cascabel o, con un poco de paciencia, podremos sacar el cascabel y utilizarla para ponerle pedacitos de galleta o croqueta en su interior.

Un último consejo: si el perro va a quedarse solo por periodos largos de tiempo, es importante que lo ejerciten antes, de esa manera se quedará más tranquilo y será más probable que juegue y no que destruya por ansiedad o frustración.

Regrsar al menú