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Se Considera huérfano a un cachorro no solo cuando la madre muere; en ocasiones la hembra no los puede atender por falta de producción de leche, por ser un número muy grande de cachorros en la camada, por enfermedad o por problemas de comportamiento en donde los rechaza. El éxito en la crianza de este tipo de animalitos radica en el compromiso y constancia del criador ya que los 7 primeros días de vida son determinantes para su supervivencia. Al nacimiento, ya sea porque nacieron por operación cesárea o porque la madre no sepa o no quiera atender al neonato, habrá que "reanimarlos", esto se hace sosteniendo al recién nacido con la cabeza hacia abajo limpiándo con el dedo o una toalla el hocico y la nariz para retirar todos los fuídos y membranas que pudieran obstruir las vías respiratorias y producir la asfixia del cachorro.
Después de que se hayan secado puede sexarlos, identificarlos y pesarlos, posteriormente ponerlos en una caja aportando el calor necesario para que no tengan frío, en el capítulo anterior hablamos que para este efecto lo más común es poner un foco, aunque esto no es lo más adecuado. Es preferible alguna otra fuente de calor más parecida al que irradia la madre con las mamas, por eso se puede poner una botella o bolsa con agua caliente envuelta en un trapo (para no quemar a los cachorros) o utilizar un cojín eléctrico y seguir la misma rutina anteriormente descrita en lo referente a la temperatura.
Las personas capacitadas lo pueden hacer por medio de una sonda. Existen en el mercado sustitutos de leche de perra, pero son costosos y a veces difíciles de conseguir. Aquí se menciona una fórmula hecha por Bjorck y colaboradores:
Se usa y lo demás se refrigera por no más de 48 horas, se administra a temperatura corporal (38 - 39�C) en el biberón o gotero previamente esterilizado. y la regularidad y cantidad será conforme a la edad del cachorro:
Habrá que hacer que el cachorro eructe después de comer, se hace de la misma forma que con un bebé humano, póngalo sobre su hombro y dele pequeños golpecitos para sacar el aire. Si la madre estuviera atendiendo a los cachorros ella se encargaría de estimularlos para que orinen y defequen, en este caso lo haremos tomando un pedazo de algodón remojado en agua tibia, con él frotaremos los genitales y zona anal del cachorro. Algunos orinan y defecan antes de comer, otros depués, por lo que se recomienda hacer esta operación antes y después de la alimentación hasta que el cachorro tenga por lo menos 20 días de edad. La orina debe ser de color amarillo claro y el excremento de un color café claro hasta el castaño oscuro y de consistencia pastosa. Cualquier variación en el color o consistencia de estos desechos es indicativo de que no se esta alimentando adecuadamente al cachorro. Un cachorro bien atendido estará callado y dormirá tranquilo |
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